El nuevo rol del director financiero

El papel del CFO, Chief Financial Officer o director financiero, en la organización es cada vez más relevante y decisivo. Los nuevos modelos de negocio otorgan al CFO un rol más trascendental, debido en parte a sus competencias analíticas tradicionales, pero también a las nuevas capacidades que exige la dirección financiera del siglo XXI.

Del mismo modo que los modelos de negocio tradicionales han evolucionado, la figura del director financiero y la consideración que se tiene de él dentro de la alta dirección ha ido cambiando de forma paralela hasta llegar a la situación actual. El CFO, tradicionalmente, era especialista en cifras y análisis, y se centraba sobre todo en la tesorería y la contabilidad. Los nuevos modelos de negocio son más proactivos, lo que otorga al CFO un rol más trascendental. Las empresas necesitan que esa figura participe más en la gestión del rendimiento, planificación y estrategia de la organización.

Así, el CFO es capaz de tener una visión amplia de la compañía, convirtiendo los datos en estrategias, y aporta valor añadido haciendo de enlace entre los datos recopilados, su significado y la forma de hacerlo llegar a los profesionales. “Los CFO tienen una amplia variedad de funciones que, con frecuencia, superan el ámbito de las finanzas. En esta línea, la experiencia en este campo no resulta suficiente, ya que los CFO deben ser versátiles”, señala Guillermo Recoder, Senior Manager de Michael Page división de Finanzas.

El Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD) es el ejemplo más reciente del huracán normativo que está azotando a las empresas de todo el mundo. Asimismo, a medida que las leyes se vuelven más complejas, los CFO deben tener conocimientos de tecnología para garantizar que los sistemas de TI cumplan las normativas.

CIBERSEGURIDAD Y BIG DATA

El sector de las finanzas es uno de los más vulnerables en términos de ciberseguridad, por lo que la dirección financiera debe implicarse en la gestión en este ámbito. El CFO debe ser capaz de filtrar los datos sensibles y confidenciales, y priorizar la protección de la empresa. Además, existe la necesidad real de formar a las personas implicadas, de forma que se garantice la seguridad de la información y la reducción del riesgo de ataques. Por otro lado, la complejidad de los retos que plantea la ciberseguridad está abriendo la posibilidad de un nuevo puesto en el consejo de administración, director de ciberseguridad.

En cuanto al tratamiento de los datos, se está pasando del Big Data a la velocidad, la exactitud y la simplificación ya que, tan importante es el almacenamiento y acceso a los mismos, como su análisis e interpretación. El reto para el CFO se encuentra en filtrar e interpretar las cifras para respaldar decisiones empresariales sensatas. En definitiva, el director financiero encabeza la difusión y promoción de los datos, así como la tecnología de la empresa, haciendo de coach ayudando y coordinando a otros altos directivos.

NUEVA CULTURA EMPRESARIAL

El director financiero, sirviéndose de ciertas habilidades interpersonales, cada vez más, adquiere la capacidad de impulsar decisiones desde la junta directiva, posicionándose como un consultor y colaborador empresarial para todas las funciones de la gestión del grupo.

Concretamente, entre estas nuevas habilidades interpersonales, los CFO deben de ser líderes a la hora de gestionar equipos y deben ser capaces de expresar ideas complejas en términos sencillos de una forma atrayente, como también ser capaces de cuestionarse decisiones y plantearse nuevas preguntas para que las empresas sean productivas y rentables. Debe crear una estrategia basada en las personas y una cultura de innovación que constituya un legado duradero para la empresa. En este sentido, saber gestionar equipos cada vez más diversos, cultural y generacionalmente, es fundamental. La labor actual del CFO es garantizar que la visibilidad de los datos se extienda mucho más allá de su ámbito tradicional, como gestor del talento y consejero del CEO.

VISIÓN 360o

Por todo lo dicho, actualmente el mercado laboral demanda perfiles más complejos y polivalentes, con una gran transversalidad y requiriéndoles un profundo conocimiento del negocio, del nuevo entorno digital, de los sistemas y herramientas que gobiernan el funcionamiento de las organizaciones. Podríamos decir que demanda perfiles con una visión de 360o de todas las áreas claves relacionadas con las finanzas y gestión de la empresa, y con conocimiento de las nuevas tendencias, las buenas prácticas y los modelos de excelencia manejados en las empresas del siglo XXI.

Actualmente, existe una brecha importante entre los perfiles que demandan las empresas y la formación y habilidades de los profesionales.

Fuente: Wolters Kluwer

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